jueves, octubre 09, 2003

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Reajuste de conceptos

Platicando con un muy buen amigo me di cuenta de varias cuestiones de las cuales me gustaría dejar mi opinión en este espacio. El tema son “los conceptos”. Entiéndase a éstos no como palabras, números, vocablos, ruidos u onomatopeyas simples, etc. Sino más bien como palabras que albergan ideas complejas sobre aquello que nos rodea: el mundo. Pues bien, sucede que él me decía que ahora los conceptos ya no son los mismos que antes, por ejemplo que la política ya no es política, el arte ya no es arte, el amor ya no es amor, y que todos ellos se están perdiendo en algún lado, es decir, la gente ya “no los ve igual que antes, y por lo tanto hacen uso de ellos de una manera diferente”. Pero ¿por qué está pasando esto si es que está pasando? o ¿por qué decir que la política ya no es política y que también el arte ya no es “el arte”?
Mi opinión al respecto es que no es que los conceptos y con ello toda la ideología que albergan cada uno de ellos como el amor, el arte, la música, la política, la justicia ya no sean los mismos, sino que más bien se han ido transformado poco a poco hasta que ahora no nos es posible para algunos poder entender qué carajos significan cada uno de ellos. Algunos podrían dar explicaciones como que actualmente vivimos en la “era de la post modernidad” en donde se trata de tirar con todo, en donde nada tiene una regla fija, en donde mientras más se deseche de lo antiguo, más creativos seremos, en donde ya nada tiene sentido, etc. Pero yo más bien pienso que la humanidad está pasando por un proceso de “reajuste” de conceptos, un cambio en la manera de ver al mundo, un cambio de concebir hasta los conceptos más universales, básicos como el concepto de la política (¡qué miedo!).
Para poner un claro ejemplo sobre este concepto (¡amárrense bien!) y de hasta qué punto hemos llegado en esto del “reajuste”de conceptos universales, tenemos en primer plano nada más ni nada menos que al famoso artista hollywoodense “¡¡¡¡¡¡Arnold Schwarzenegger!!!! ¿Qué tiene que hacer él aquí? Pues sucede que actualmente los medios de comunicación en todo el mundo han puesto en su agenda a este hombre, gracias a la famosa declaración en donde afirmó estar interesado en postularse como gobernador del estado de California, el cual todos sabemos produce casi la mitad del PIB anual de todo Estados Unidos, es decir, el motor económico de la potencia más poderosa del mundo sin duda está allí.
Ahora bien, en este caso en particular podemos ver que el concepto de política y también de cómo llevarla a cabo resulta bastante inusual. No quiero minimizar la capacidad del próximo “Gobernator” ni mucho menos, pero aquí la cuestión está en precisamente cómo conciben los estadounidenses su política. Ya tiempo atrás vimos casos claros de esta concepción cuando Ronald Reagan, actor de Hollywood, llegó a la presidencia de los Estados Unidos. Pues bien, no sé si sea el único que piense así por lo menos en este país, pero ¿qué no se necesita cierto conocimiento mínimo sobre política para poder gobernar así sea un distrito cualquiera en la unión americana?, o peor aún, ¿qué acaso la política actual se resuelve en la popularidad, rating y fama de los contendientes y no en su experiencia, conocimiento o capacidad para gobernar? Pero, no dejemos a los gringos morir en el intento. No nos vayamos muy lejos… Ahora resulta que en nuestro propio país ya no sólo importamos el maíz del cual somos productores, o los aceites de los cuales nosotros sacamos el crudo para que los fabriquen nuestros vecinos. No, ahora la importación es político-ideológica. Sí, señoras y señores, hoy a las 11:30 de la noche pude enterarme por el noticiero que nuestra heroína, nuestro líder espiritual, nuestro ídolo a seguir “Ana Gabriela Guevara” le han ofrecido así como así la presidencia municipal de su pueblo natal en Coahuila. ¡Sí, oyó usted bien! ¡Ana Guevara para presidenta municipal! ¿Será un chiste o en realidad la estaremos viendo próximamente en los informes del presidente bien vestida? (muy probablemente eso sucederá).
¿Qué es la política actualmente? Mi respuesta: No lo sé y no quiero saberlo. Lo que sí me gustaría ver es que la gente pensara un poco más allá de los 400 metros que corrió esta mujer y que se pusiera a reflexionar verdaderamente en ¿qué le va a beneficiar una persona que toda su vida la dedicó al deporte y nada más? Lo siento, y otra vez no quiero hablar mal de nadie, pero es como si en su momento hubiéramos postulado a Mario Moreno “Cantinflas” a la presidencia de la República Mexicana. La constitución es muy clara: cualquier persona puede llegar a ser presidente de la República, siempre y cuando cumpla con ciertos requisitos como ser mexicano, no haber tenido un puesto político anterior, etc. Estoy completamente de acuerdo, sin embargo y quiero pensar que por lo menos alguien piense como yo, no todos queremos a una buena corredora que nos dirija, o que un tipo que salió en Big Brother sea diputado federal y tome decisiones que le afectarán a 100 millones de mexicanos sólo porque salió en la TV. Lo innato, lo normalmente razonable y aceptable es que nos dirija alguien que demuestre tener la capacidad, la inteligencia, el conocimiento, la experiencia, y sobretodo la tenacidad para hacer bien su trabajo. Pues ese es el fin de todo dirigente, de todo político (por lo menos esa es la visión que yo tengo), servir a los demás e impulsar a todos hacia una misma dirección que nos haga un país mejor. Dirigente, gobernador, presidente es igual a servidor público. Y el problema viene cuando a éstos dirigentes, gobernadores o presidentes se les deja de ver como lo que son: se les ven como símbolos, mitos e incluso figuras superiores. Debemos desmitificar muchas cosas en cuestión de política.
Pero parece que lo peor está por llegar. Las encuestas indican que el próximo presidente de nuestro país bien podría ser nuestro jefe de gobierno actual, si: “Don Manuel López Obrador”. No sé ustedes, pero por lo menos a mí, no me gustaría que me gobernara una persona que piensa que la solución al tráfico infernal que se ocasiona en la ciudad más grande del mundo, sea poner un “eje vial” arriba de Viaducto. ¡No, señor jefe de gobierno! La mejor solución para el tráfico que ocasiona la cuarta parte de la población total de México no es esa. ¿Quién demonios le puede explicar que la solución no es desviar los autos, sino eliminándolos? Ustedes pensarán: “este buey ya cayó en la idea totalmente radical de eliminar los automóviles, entonces ¿en qué nos transportaremos?”
Pongamos un ejemplo: París. Capital monumental de uno de los países más hermosos del mundo: Francia. Población total: 10 millones de habitantes aproximadamente. Relación con el DF: 50% menos que acá. Líneas de metro en París: 10 aprox. Líneas de metro en el DF: 10 también. A ver, señor jefe de gobierno: ¿le suena a algo 10 líneas de metro en París con 10 millones de habitantes, y 10 líneas de metro en el DF con casi 25 millones? A ver, es fácil, piénsele un poquito. ¿Hay tráfico en París? ¡No! ¿Por qué? Ahí, la gente no necesita los coches, usa el metro. Exacto señor Obrador, ha dado en el clavo. Mmmm... Pero de seguro quisiera usted hacer alguna consulta ciudadana para que vea la gente que le “importa” su opinión ¿no es cierto? Y de hecho, hará precisamente lo que 50 o 60 mil personas que acuden normalmente a sus consultas opinen, ¿no es así? Sólo por “servir a la gente verdad?” ¡Pues no señor! Decisiones así, no las pueden tomar 60 mil personas que no tienen ni la más remota idea de cuáles serán las consecuencias de diversos actos con respecto a este caso: el tráfico. Es como su afamada consulta sobre el horario de verano. Claro, por qué imponer el horario de verano en la ciudad si la “mayoría” no lo quiere sólo porque se les hace más cansado, no duermen bien, y quién sabe qué más tonterías. Ah, pero es que a usted se le olvidó decirles que con ese horario de verano el país se ahorra millones de pesos anuales, que bien, podrían servir para que cuando usted saliera de su casa por la noche, estuviera su calle bien alumbrada y hubiera más policías rondando, ¿no es así?
Pero volvamos al tema principal: ¿Qué es la política? No lo sé una vez más, pero de lo que sí estoy seguro, es que la política no son consultas ciudadanas, “pejes viales”, bonos mensuales para los jubilados, conciertos semanales en el zócalo, y demás tonterías populares, que lo único que sirven es para verle la cara de tontos a 25 millones de personas. Entre ellas estoy yo (pero mi conciencia está limpia, no voté por usted). Y es que la explicación a todo esto, se resume en que la gente ya no quiere saber nada de política, de quién va a quedar como presidente, qué partido, etc ¡Ya no más! Lo único que le importa a la gente es tener qué comer, dónde dormir y un trabajo más o menos redituable. Por eso, estamos todos muy felices con un jefe de gobierno como “Don Manuel López Obrador”, porque él sí se preocupa por nosotros, nos resuelve el problema del tráfico, del horario de verano, de los bonos mensuales a jubilados, en resumen: nos hace la vida más fácil. ¡Ah, qué alivio es tener a alguien como Obrador de jefe de la ciudad más grande del mundo!

Así es, queridos lectores. Los conceptos como la política han cambiado, y mucho. Para algunos es una desgracia, para otros es una muy buena oportunidad. Pero al final, ¿quién saldrá mejor beneficiado? O mejor aún, ¿cuántas personas saldrán beneficiadas de todo esto?

Piensen, no es difícil. Ya ven, al señor Obrador, le tomó pocos segundos para darse cuenta de que la solución al tráfico de la ciudad, es extendiendo la red del metro a todos los rincones de la ciudad con 15 líneas mínimo, y no con un puente arriba del Viaducto (sic). Así, hasta yo mismo vendería mi auto y me ahorraría una lana de gasolina. Es más, hasta estaría contribuyendo a eliminar bióxido de carbono y demás gases producidos por los autos, que tanto daño nos hacen, pero que ya no lo notamos porque estamos acostumbrados. ¿Qué lindo sería, no? De ahí, mi reiteración en reflexionar en qué queremos como política para nuestro país. No dejemos que las modas políticas de los famosos y de los populacheros acaben con México. Necesitamos gente que piense, personas comprometidas a resolver verdaderamente los problemas. Va a sonar como a comercial del IFE, pero en realidad tienen mucha razón, sólo que la gente oye, pero no escucha. “La decisión la tienes tú, tu voto es la llave de la democracia”. Piensa muy bien en lo que te digo, reflexiona en lo que puede pasar y entonces al ir a marcar con una crayola negra por un candidato, te podrás dar cuenta de cuál es en realidad la política que necesitamos.
ArMaMbo.
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Carlos Salinas: ¿secretario de Gobernación?

Dias aciagos esperan otra vez a los mexicanos. La cosa está más grave de lo que pensábamos. No es simplemente que Carlos Salinas esté ocupando el vacío que deja la incapacidad del presidente Vicente Fox. Es que Vicente Fox considera a Salinas un aliado de su proyecto. Y no un aliado ideológico simplemente, sino soporte político y operativo. Ha ocurrido un entrelazamiento inverosímil. El gobierno del cambio pide auxilio a lo peor del viejo régimen.

Salinas ha sido ya no digamos tolerado, sino discreta pero firmemente invitado a ser el operador central de la aprobación de las llamadas reformas estructurales.

Es el absurdo más absoluto. La autonegación. Si se trataba de que Salinas volviera a gobernar, ¡para qué entonces sacar al PRI de Los Pinos! Fox reniega de sí mismo y entrega su alma al mismísimo diablo.

Estamos ante una macabra paradoja. Una mala broma de la historia. Para hacer realidad el programa del "cambio" hay que entregar la operación del gobierno a los que fueron cambiados.

El mensaje involuntario es terrible. Tácitamente el gobierno panista nos dice a todos, a la nación entera, que su llegada al gobierno fue un error, que no era necesario, que Salinas debe seguir manejando al país, que él sí sabe gobernar y puede aplicar mejor su proyecto. Es la autonegación. Es la renuncia al papel renovador que la sociedad le asignó. Los "cerebros" del gobierno no buscaron a un ex priísta honesto para llevar a cabo reformas de avanzada social. No buscaron a quien aun dentro del viejo régimen luchara por la democracia para concretar la reforma del Estado. No, nada de eso, encontraron a un priísta que tiene las manos manchadas de sangre y el alma sucia de tanto dinero, para operar la realización de un nuevo sacrificio social de gran alcance.

La irresponsabilidad histórica, la traición, la candidez, la desesperación se mezclan en una conjugación suicida.

Comenzó Jorge Castañeda y lo siguió Santiago Creel. Buscaron oficiosamente a Salinas y le encargaron "las reformas". Algo así como si los operadores de Ricardo Lagos le encargaran a Pinochet la conducción de la economía y los "acuerdos políticos".

Salinas, invitado, autorizado y alentado por el propio titular de Gobernación, juega el rol de secretario de Gobernación. Está de nuevo frente al tablero de operaciones. Aprieta botones; levanta el teléfono una y otra vez; invita a comidas y cenas; se mete a los asuntos internos de todos los partidos; designa a más de un coordinador legislativo; lanza consignas; ubica a los enemigos, espía y susurra. Está activo y tiene una agenda muy cargada. Desde su periódico tira línea todos los días y una anémica clase política le va comprando sus fobias.

Sataniza al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo para tejer una cortina de humo que impida el reinicio de las investigaciones del caso Posadas, que lo salpica directamente a la cara. Grilla en la UNAM contra Juan Ramón de la Fuente y pretende influir en la sucesión de Canacintra para reposicionar a los Kahwagi. Tiene sus candidatos para la renovación del Instituto Federal Electoral y hace labor minuciosa con los senadores para aislar a Bartlett en relación con el tema eléctrico. Quiere castigar a Telmex, promoviendo la apertura de la telefonía básica a un 100 por ciento al capital extranjero. Y, sobre todo, manda sus mensajes amenazadores todos los días contra el gobierno de la ciudad de México.

¡Ni siquiera Zedillo admitió semejante situación!

Salinas espera ansioso la aprobación de las "reformas" para alzarse con la victoria, reivindicar la ruta que él trazó desde los años ochenta, reconstruir el pacto con las trasnacionales estadunidenses y controlar la sucesión presidencial de 2006.

Sus operadores están actuando con todo su poder político, sus habilidades seductoras, su capacidad de cooptación y de compra y su fuerza amenazadora.

La maestra y Diego, Madrazo y Manlio, Montiel y el Maseco.

De concretarse esta ruta, el presidente Fox será avasallado y el secretario de Gobernación, Santigo Creel, se convertirá en figura decorativa.

El descontento social se orientará contra el gobierno federal. Fox cargará con los costos y Salinas con las ganancias. La turbulencia política y la irritación de las clases populares se incrementarán. El gobierno de la República aparecerá como enemigo del nacionalismo mexicano y de los más pobres.

Salinas es el más grave foco de ingobernabilidad que existe hoy, ¡y Gobernación no se da cuenta!

Sin embargo, no hay fatalidad. El destino se construye. Es posible otra ruta. Ojalá los senadores comprendan el valor histórico y el significado político y social que tendría hoy en día su claridad y su firmeza.
Martí Bartres Guadarrama (tomado del Periódico La Jornada, edición 9 de octubre del 2003)
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Cuando pienso en lo que realmente vale la pena escribir, se me acaba el tiempo, es como cuando tienes tantas posibilidades y entre tantas, no sabes cuál elegir. Así me pasa al tratar de contarles mis ideas, me encuentro con una telaraña de ellas que llevan a una, a otras, a miles de conjeturas y muchas circunstancias. Pero en este texto, no haré más que seguir postulando mi decisión firme en contra de lo funesto y a favor de lo urgente. Lo funesto, es que sigamos creyendo en la actitud mediocre, de que a este mundo de humanos, se le debe dejar libremente, como si el liberalismo económico y las ideas de globalización fuesen un paradigma perfecto, cuando en realidad, ya se ha comprobado que por más dinero que se tenga, menos cordura se tiene, y no sólo eso, hay otras cosas que ciegan al hombre ante tanta materialidad y superficialidad de los objetos. Hemos permitido que nos sintamos obsoletos y miserables si no tenemos dinero, si no tenemos joyas, si no traemos un auto último modelo e incluso si no tenemos una tarjeta de plástico con la cual podamos pagar lo que queramos. Pero ¿acaso el consumismo es parte esencial del hombre? Creo que inevitablemente, hemos permitido que muchas personas, manipulen nuestra cotidianidad e incluso nuestras necesidades más básicas, para volvernos dependientes de productos y servicios que a la larga sólo causan contaminación y deterioro a la naturaleza. Esos productos y servicios, nos pintan un mundo perfecto, un mundo donde todas las soluciones están fáciles de aprender, donde los manuales de instrucciones dejan claro los pasos a seguir para ser un humano consiente y muy solidario, pero detrás de eso, hay un mecanismo populista, industrial, polémico y muy injusto. No me refiero a que deban dejar de existir las licuadoras para preparar ricos licuados de plátano o fresa, tampoco para desaparecer la luz eléctrica, pero sí al menos, evitar que las cosas y las herramientas más funcionales sigan siendo así, por naturaleza humana no funcionales con el paso del tiempo. Porque ahora, las tecnologías se vuelven obsoletas en tan sólo menos de 5 años, una computadora la engalanan con tanta capacidad de memoria y al cabo de un tiempo, resulta ser una basura. Con esto, entra la capacidad de tantos ingenieros y obreros que realizan estas operaciones, sin embargo, la capacidad más útil y necesaria para nuestras necesidades ya existe, sólo que los empresarios, no son tan amigables como para dejar libremente nuestra decisión, no sólo la OMC y los grandes corporativos deciden lo que tenemos que comprar, lo que debemos comprar y sobre todo en cuánto dinero. Muchas veces esto se costea de una forma bien barata, pero en última instancia, el producto cuesta el doble de su costo en tiendas departamentales. Este tipo de acciones, nos llevan a la crisis económica que estamos viviendo, incluso esa crisis, se ha ido generando desde el siglo pasado, y con el paso del tiempo de haber sido una pequeña tromba de lluvia se ha convertido en un diluvio imparable, irrompible para la sociedad, pero sobre todo invisible para los pocos ricos que pueden darse los lujos que pueden, gracias a su poco interés por la equidad y la buena distribución de la riqueza. Bien dicen, que el que quiera ganar dinero que trabaje, pero ahí entramos en una polémica, donde por ejemplo, en nuestro país, un diputado pudo bien haberse ganado ese puesto, gracias a acciones nada productivas para el pueblo pero sí acciones que beneficiaron a un sujeto, el cual le otorga el derecho o las palancas para estar manejando poder de nuestro país. Aquí les tengo un ejemplo bien realista que me paso en vivo y a todo color, un señor delegado de cultura y permisos en el Ayuntamiento de Cuernavaca, hace aproximadamente 7 años, exactamente durante los huracanes que afectaron las costas de Oaxaca, le fuimos a ofrecer un proyecto de un concierto en beneficio de los damnificados. El proyecto consistía en recaudar víveres, a través de que los jóvenes asistieran a ver a sus artistas favoritos; pero el proyecto no fue aceptado por las siguientes razones, nosotros los organizadores (menores de edad en aquél entonces) pedíamos que existieran stands de comida y de otros servicios, a los cuales les cobraríamos una cuota de recuperación para organizar el evento, ahí, cuando fuimos cerca de 10 veces en una semana a pedir el apoyo y la aprobación del proyecto, el señor delegado, no accedió, afirmó que nuestro evento era una total farsa y un fraude, en el cual nosotros íbamos a lucrar. Lo curioso del asunto, es que en ningún momento nos permitieron hacer una explicación concisa del proyecto, pese a nuestra edad, la imagen de la música rock, para el partido político PAN, resulta una fractura de sus principios. Algo que no permitió que nos apoyáramos, que fuéramos solidarios con los damnificados. Lo más injusto no fue no nos permitieran el permiso, incluso nosotros llevamos a cabo el concierto, sin su consentimiento, en donde recaudamos cerca de media tonelada de semillas de arroz y frijoles, además de cobijas y un poco de dinero, con el cual pudimos pagar el equipo de audio, los viáticos de los artistas y sobre todo la renta de la camioneta, en la cual parte de los organizadores fueron hasta Oaxaca para entregarlos personalmente a los damnificados. Esta acción, fue la que no permitió ese señor delegado, el cual ahora, se ha podido pagar “n” viajes a Europa, para él y su familia, con dinero del Ayuntamiento. Además, ahora es diputado federal para Morelos, en donde recibe un sueldo mayor a cualquier expectativa de empresario, también, es en cierta forma un brazo muy fuerte para el actual gobernador del estado, con el cual trabajaba en esos tiempos en el Ayuntamiento local. Este señor, tiene un carácter por más demagógico, incoherente y sobre todo, mal educado. No puedo concebir, cómo es capaz de tener ese puesto, cuando le dio la espalda a sus compatriotas, alegando lucro de nuestra parte, pero nunca fue capaz de pensar en las necesidades de los damnificados, mi pregunta ahora sería: ¿será capaz de ver por los intereses de los cerca de 2 millones de habitantes del estado de Morelos? Mi respuesta es: lo dudo. Y este tipo de ejemplos, como podemos ver, son actuales, soy consciente de que el gobierno no es la única organización que puede dar salida a proyectos sociales, incluso eso es responsabilidad de todos, pero lo que no es posible, es que los mismos gobernantes en México, tengan leyes que sustenten sus poderío sobre la ciudadanía, donde se den lujos sin límites, donde permitan delitos sin ser castigados y sobre todo no sean democráticos. Tal parece, que no sirve de nada tener gobernantes así de malos, entre tantas promesas de nuestro señor presidente que dijo alguna vez ser amigo de Bush, y sobre todo, tantos diputados polémicos como este señor Sigona, me resulta totalmente triste la manera en que hemos sido engañados por tantos años. Y sigue la mata dando. Como digo al principio, hay que acabar con lo funesto y corregir lo urgente. Ya todos saben eso.
Galex.