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Días y días pensando qué escribir.
Hoy el mundo, sigue igual de estancado en la miseria y la guerra. Mientras nuestro presidente Fox sonríe ante un desfile "patético" e inncesario, durante la celebración de la Revolución Mexicana, se nota a leguas que a Fox lo que menos le interesa ahora, es un cambio revolucionario ante tanta corrupción, transas y delitos que comete el gobierno que preside. Las promesas en su campaña presidencial, son como los cuentos de hadas, suenan bonitos al leerlos y hasta nos creemos lo que dicen, pero en la vida real, son puras fantasías. Así que ahora, mientras los mexicanos no tenemos empleo (donde me incluyo, y soy parte de ese porcentaje de empleados informales), el presidente sigue firme con sus reformas deformes a favor de sus amigos yanquis y españoles, además de los changos que le prestaron dinero para su campaña y ahora debe darles una buena parte de vuelta. Ahí es cuando, todavía sigo afirmando que la democracia política en nuestro país, es una falsa alarma y una total mentira, mientras seguimos viviendo las mismas prácticas deplorables de los políticos y sus fechorías por debajo de la mesa, las negociaciones que hagan con empresarios me resultan una falta de respeto y sobre todo un acto delictivo. Es triste que en este país como en otros, no exista la justica como tal y que en sí la justicia sirva para aprovecharse de los demás. Es un caso vomitable y catastrófico. Ni el IFE, ni la mentada ley de transparencia, ni las palabras que digan Fox y sus secuaces del gabinete, son capaces de cambiar la actualidad, la existente mierda en los procesos políticos. A unos los matan, a otros los sobornan, a otros les dan su pastel, a otros ex políticos de plano los siguen manteniendo por años y años, cuando son unos reverendos inútiles.
Y sobre todo, más que pensar en un cambio. Lo que hace falta es imponer una lucha social, capaz de frenar tanta injustica por parte del gobierno y la sociedad contaminada. No es posible, que millones de mexicanos, trabajen horas y horas, y reciban unas cuantas monedas que apenas les alcanza para comer y tener un techo. Pero eso sí, nuestro presidente y sus consejeros, afirman que lo de hoy es tener un changarro y echarle duro a la milpa. Y se olvidan que nadie tiene ni un peso para poner ese mentado changarro, sólo quien tiene dinero y sobre todo palancas. Porque eso sí, los permisos y las licencias del gobierno en sus instancias, son un robo a mano armada. Ya no se hable de tenencias, predial, luz, agua, teléfono, etc. Si en realidad, los mexicanos vivimos para trabajar y no trabajamos para vivir bien, muchos incluso nunca han podido comer bien, hay miles de niños desnutridos por culpa de un culero que gobierna y permite que la gente no tenga empleos dignos, que nuestro sueldos sean miserables y que mientras pasan los años del sexenio, las promesas se llenan de telarañas y se arrugan como viles trapos viejos.
La reforma que es el paso necesario, no es gravar los impuestos en alimentos ni siquiera hacer que los pobres paguen menos, es en realidad una buena administración. El gobierno sabe, tiene y puede gobernar bien, pero lamentablemente el que nos está gobernando ahora, no sabe cómo hacerlo, ha tenido que recurrir a sus viejos enemigos y ahora aliados (PRI) para saber cómo morder al pueblo su dignididad y robar más. Porque eso sí, dicen que no alcanza para subsidiar al IMCINE o al CCC, pero eso sí, para pagar los gustos y placeres del Señor Creel, de la Señora Sahagún, de todos los culeros diplomáticos alrededor del mundo sí pueden. Incluso, puedo afirmar que los gastos más fuertes del actual gobierno no están ni en el campo, ni en la seguridad nacional, ni en la educación, ni en la cultura, ni en la salud, ni en la preservación del medio ambiente. Están en los gastos de todos los hijos de su pinche madre que se gastan nuestros impuestos, en los sueldos exgaerados de los diputados y senadores (que discuten y discuten, faltan y se abstienen, pero eso sí cobran y cobran). Con ello, no quiero perjudicar los nombres de pocos senadores o diputados que sí están comprometidos con el país, pero a la mera hora de la repartición de los aguacates, se sabe que hasta el más bueno, le agarra de más. No creo que Boltvinik ni Esther Gordillo sean capaces de cambiar las atrocidades que comete nuestro gobierno, auspiciado por Estados Unidos y toda la bola de empresarios culeros que les importa más el poder y el dinero.
Es triste saber eso, que nuestro país no tiene héroes, que no hay alguno capaz de convencer y lavarle el cerebro al resto de patanes y asesinos, para que de una vez por todas, seamos ejemplo de nación, pero no. Nadie suelta su obsesión hacia el poder y el dinero, hacia la fama y el prestigio. Lo más chistoso, es que la fama y el prestigio que se ganan todos esos poderosos, es que su ética y moral está en el hoyo, por más que se digan católicos o de cualquier otra religión, no profesan los verdaderos ideales y valores humanos.
No sólo en las películas nos damos cuenta de cómo son los hombres políticos, en México podemos darnos cuenta del nivel y la calidad de personal que tienen en los gobiernos, en sus instancias tan llenas de huevones, ojetes, malhumorados, rateros y pendejos. Porque eso sí, no quieren pagar a estudiantes egresados de escuelas buenas, por miedo a pagarles un sueldo digno, prefieren pagarle a cualquier cabrón huevón que no sabe hacer nada, pero sí puede hacer cualquier cosa como subordinado y manipulado. Me refiero a que le falta nivel de calidad a nuestros gobernantes, los ejemplos me sobran, les podría mencionar una lista enorme de gobernantes morelenses que ni tienen título profesional y se sienten doctores, o viceversa.
Ya mejor le paro ahí sobre los políticos mexicanos, porque de plano me da pena ajena.
Otro caso que quiero comentar de volada, es el asunto este de los yanquis y los británicos, que siguen dando patadas de ahogado, tanto por lo que hicieron y siguen haciendo en Afganistán e Irak. Ahora resulta, que si dejan de ocupar esos países, ya pedirán perdón y redimirán sus actos, ya que se dieron cuenta que fue un error. Pero a nadie le importan los tantos muertos que dejaron ahí, el daño psicológico y el daño material que causaron a las personas y los países que ocupan. Ni la Reina Isabel II ni cualquier otro culero que se diga "humano" puede decir que siente lo que pasa en este mundo, cuando los intereses sólo son dinero y poder. A la misma Reina lo único que le importa, es que su reino no tenga fin, mientras maten iraquíes y gane dinero, ella estará contenta. Una guerra es una guerra, o estás en contra o estás a favor y dudo mucho que la burguesía inglesa y americana, estén en contra, para ellos es mejor. Menos migrantes, más petróleo. Y lo peor de todo, es que ahora, cuando pasan atentados en Turquía sobre intereses británicos, ahí si todo el mundo llora, la Reina reacciona enviando sus condolencias, pero cuando mataron al menos a un niño iraquí, ahí nadie dijo nada. Eso lo llamo inhumanidad, falta de valores, falta de amor, ausencia de fe.
Así que señores, pongamos a trabajar nuestros ideales y valores, para que este mundo vaya cambiando de esquina en esquina, de patio en patio, de escuela en escuela. Si los políticos y los "dueños del mundo" no cesan por la paz, nosotro sí lo haremos. No a la violencia, sí a la lucha social, sí al trabajo, sí a la verdad y sí a los valores humanos. Por un mundo sano, cultural, artístico, ecológico, políticamente correcto y justo.
Galex
jueves, noviembre 20, 2003
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