miércoles, octubre 15, 2003

15
Hoy trataré de hablar sobre el arte en el estado de Morelos. En realidad, la palabra, como bien he dicho anteriormente, se ha trivializado y sobre todo, convertido en otros de los tabúes del hombre. Para no seguirme clavando en el rostro del arte, mejor les comento lo que apenas logro ver en esta ciudad, de la eterna primavera. En esta ciudad, donde he sido asiduo lector de las críticas y los consejos de muchos curadores de arte en diversas exposiciones, además de ser de los gorrones puntuales a las inauguraciones de expos y los cócteles gratuitos, mi sentido por saber y conocer más sobre los demás artistas morelenses, también ha estado presente y latente. Vamos a mencionar a muchos dentro de lo que se definen como las artes contemporáneas y clásicas. Nuestro estado, tiene en sí­, mucha forma en cualquier ejemplo, los hay talentosos escultores, geniales poetas y novelistas, aguerridos pintores y famosos artistas plásticos, geniales músicos y prometedores cineastas. A su vez, se han adherido los nuevos video artistas y las formas nuevas de hacer "arte", como lo son multimedia, etcéteras. La instalación, el performance, la danza, el teatro y el arte objeto también han estado presentes, tienen espacios de sobra, pero poco público. Pero no crean que, por no mencionarles la lista enorme de artistas y foros, no significa que no sepa de ellos, pero en lo que sí me voy a clavar ahora, será en lo exterior a estos artistas, a lo que los rodea, a lo que les permite montar sus obras y hacerse leer, escuchar, ver, tocar y conocer. Nuestro estado cuenta con un Instituto de Cultura de Morelos (www.arte-cultura-morelos.com) y su sitio web donde se pueden enterar de lo que se hace a nivel estatal, regional y local, con respecto a todo tipo de artes sólo por este Instituto. Lo curioso del asunto, es que tanto artistas como el público en general, en diversos porcentajes, tienen sus quejas y sus dudas sobre el funcionamiento de dicho organismo. Para empezar, está bajo control inaudito y dictatorial del gobierno estatal y federal, fiel apoyo del CONACULTA y control de los recintos que son o serán patrimonio de la nación (Jardí­n Borda, CMA, Museo de la Ciudad, Animalötte, etc). Para ello, tener acceso y exponer en el estado, ya no está tan difí­cil como hace unos años, donde era casi imposible ver exposiciones colectivas de jóvenes talentos y mucho menos recibir becas con más apertura (que ahora tenemos muchos artistas morelenses en la nómina de Conaculta, PACMYC, Banff, etc). En sí, en arte, el estado ha estado transformándose e innovando, al parecer, hay más apoyos y sobre todo más respeto por lo que se hace. Es como creer que los grandes dinosaurios del arte en Morelos, han comenzado a abrir el camino a los noveles aprendices y talentos retoño, los cuales también tienen espacio a decir algo, sobre todo, derechos. Eso de que "nadie quiere compartir su rebanada de pastel", ha sido un lamento sufrido por mucho tiempo en nuestro país, y en el arte, ni se diga. Ahora bien, siento orgullo por el Cine Morelos, porque ha sido capaz de albergar la Muestra Internacional de Cine (lo poco que recuerdo) desde finales de los años 80. Lo cual, nos ha dejado tener espacio a infinidad de filmes de todas partes del mundo. Algo que no era creíble, pero era tan tangible, que nos hací­a sentir tan bien, ver pelí­culas en nuestra ciudad capital como "L'Heine" de Mathieu Kassovitz, "Sueños de Arizona" y "Underground" de Emir Kusturica, "Antes de la Lluvia" de Milcho Manchevski, "Delicatessen" y "Le fabuleux destin d'Amèlie Poulain" de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, y así­ miles más de pelí­culas, foros y ciclos de cine que a mi parecer, han enriquecido de una forma maravillosa nuestro catálogo fílmico estatal, dando un gran ejemplo a otras ciudades del país, que hasta hace unos años han comenzado a abrir sus salas al cine más experimental y el comercial, en un mismo recinto, como ejemplo valioso, nuestro Cine Morelos. En otro punto, han existido galerí­as que van y vienen, a su vez, han surgido espacios alternativos, donde convergen no sólo el morbo por el arte contemporáneo, sino también, las expresiones y costumbres juveniles más controversiales, casos como CaféOna, Alberca Artes y el Espacio Aragón y León, este último ha abierto las puertas a infinidad de niños, jóvenes y adultos para ver un poco de arte alternativo y ejemplos sui generis, que para muchos, podrá ser arte novato o minimalista, pero para otros es el comienzo de una gran trayectoria, con esto me refiero a las exposiciones de artistas morelenses con mucho talento, ya sean los performances y arte objeto del extrovertido Camilo Soberanes, la pintura y la instalación del talento Cisco Jiménez, entre otros. A su vez, el Museo de la Ciudad de Cuernavaca, ha tenido la incursión de artistas morelenses diversos, que abundan en la pintura experimental y el abstraccionismo, además de tener espacio para artistas conceptuales como el pintoresco Johannan y su gran idea "glocal". Así­, mencionarles a muchos otros foros y artistas, me resultaría muy grato, pero les juro que hay muchos, ya son demasiados los artistas en Morelos y no sólo de la región, también aquí­ hemos vivido en carne propia la incursión forzada y necesaria de otros extranjeros y vecinos del Distrito Federal, Puebla, Veracruz y estados aledaños del mundo, lo cual ha hecho más que enriquecer nuestro legado. A su vez, en otras áreas, han existido ejemplos deliciosos de artistas de teatro y tí­teres, como la familia Altomaro y los movimientos Zero, etc, los cuales confían abiertamente su respeto y fervor por la pasión, la entrega en el escenario y sobre todo, la originalidad teatral. En sí­, decir pestes de los artistas morelenses, sería como estar incorrectamente borracho, lo menos malo que puedo decir, es que a pocos artistas les falta mejorar sus técnicas e ideas, pero en sí­, el 90% de los artistas morelenses, tienen en su haber un potencial enorme que ha hecho que el movimiento artí­stico morelense, sobreviva no por el apoyo de los organismos correspondientes, si no gracias al talento y al esfuerzo que han dado los artistas, en sus tantas organizaciones alternativas, fiestas näif, presentaciones independientes, show raves, pasarelas, conciertos y muestras de arte de todo tipo. Los artistas morelenses no la han tenido fácil, no gracias a que siempre han existido limitantes económicas y hasta ideológicas, donde a veces, siempre aparece uno que otro sin vergüenza y no deja que el arte explore y se libere. Pero pese a los aguerridos enemigos del arte e ignorantes de la expresión libre, los artistas morelenses, viejos o jóvenes, siguen ahí y seguirán. Esporádicamente, no todos los dí­as se han hecho exposiciones por aquí­ y por allá, tanto en Cuernavaca como en los pueblos y ciudades de Tepoztlán, Amatlán, Tlayacapan, Jiutepec, Jojutla, Cuautla, Tetela del Volcán y hasta Huiztilac. Lo que aquí­ cabe seguir aplaudiendo, es el esfuerzo de la gente involucrada y persistente, que bien ha insistido en seguir mostrando su material artístico pese a los problemas que surgen. Ejemplos de débiles fuerzas en contra del arte, fueron en 1996 la iniciativa de un diputado local del PAN por minimizar el presupuesto destinado al Instituto de Cultura de Morelos, e incluso, se llegó a correr la voz que deseaba desaparecer tal Instituto, por el bien del pueblo. Lo más cínico y chistoso, es que ese presupuesto, lo querí­a destinar para más policí­as y más "seguridad pública" (sic). Por favor, esa fue una verdadera broma que se quería hacer realidad, lo cual, hizo movilizar no sólo a artistas de las escuelas dependientes de dicho Instituto, como lo es el Centro Morelense de las Artes. Si no también, de otros artistas ajenos a dicho Instituto, lo que se hizo toda una mañana y una tarde, frente al Senado local, fue la de tocar tambores en la calle y movilizarnos artistas y gente normal para juntar firmas que dieron su testimonio a favor del arte, a favor de la cultura (no de las ideas fascistas y no tolerantes que abundan ahora en los curules del poder morelense). Ahora, esa anécdota, es como un chiste local. Lo que sí­ es triste, es que sigan habiendo gobernantes, que traten de impedir el apoyo al arte. Es bien sabido, que las necesidades de nuestro pueblo, son tan increíbles y trágicas, que hay mayores deterioros y faltas económicas en el campo, en la educación, en la salud y que el arte, queramos o no, ha quedado relegada a un segundo término. Lo cual, es triste y debe ser motivo de movilización tanto de los artistas como de los organismos pertinentes. Lo básico sería que, tanto dinero del presupuesto NO fuera destinado a las carteras de los tantos "funcionarios" públicos, a los cuales les llega el dinero y de ahí se pierde por sus manos. Ya se sabe, que mucho del dinero que sobra, se lo quedan ellos y que las fallas fiscales, no son sólo responsabilidad de los ciudadanos, sino también de esos amigos del poder, que se hacen de la vista gorda y se llevan una buena suma de dinero para su bienestar y lo gastan en "n" pendejadas. Creo que si nos ponemos a tratar de resolver esas irregularidades, nos llevaría mucho tiempo darle tesis y solución, pero lo menciono, porque aunque no queramos, el arte también sufre de ello, sufre por el dinero y la corrupción, caso que ha sido una total controversia: cuando el arte se vende. Pero bueno, desde los buenos tiempos del Renacimiento, los pintores ya tení­an sus encargos y cuadros vendidos, lo cual no lo hace menos valioso y ético. En la actualidad, también el arte es otro tipo de trabajo, es más, es un gran trabajo y por ende, debe recibir un buen sueldo, su buena recompensa, aunque sea monetaria y espectacular. Ahora bien, para que esto funcione en una sociedad como la morelense, tiene que ser respetada no sólo por los lectores de arte, sino por quienes lo hacen y quienes la soportan económicamente. Así­ que a darle más duro al arte, que en nuestro estado, hay mucho por mostrar y evitar. Por cierto, si de mencionar artistas morelenses, quiero mostrar mi profundo respeto por los siguientes genios y amigos: Pericles Lavat (fotógrafo); Revista Tabique (todo el crew literario, fotográfico e ilustrador incluido en esta divertida y seria publicación); Ricardo Alonso Miranda (artista plástico); Jimmy Juárez (artista plástico); Christina del Valle (pintora); Ary Ehrenbergh (artista plástico y multimedia); Pablo Gleason (diseñador y documentalista); Axel Estrada (artista plástico); Alejandro Cortés (artista plástico); Armando Ballinas (dj, artista plástico); Ana Rojas (artista plástico); Miguel Ángel Madrigal (artista plástico); Jaime Colí­n (artista plástico); Iván Escalante (artista plástico); Paola Esquivel (video, artista plástico); Patricia Belatti (bailarina); Grupo Obatala (danza), Lázaro Sandoval (fotógrafo); Compañí­a de Danza Contemporánea de Morelos; Grupo Chaneke (títeres); Tekereke; Perico y Elena (La Perra, música); Teatro Súbito; Grupo Trashumante; Yoshiko Ukuke (músico); Banderlux (música del mundo); los grupos de rock y jazz Toxina Boogie, La Resortera, Marí­a Cantú, La Bolonchona, Estátika, La Lúgubre Tereza, Saoco, Kristos, Dynamo, Los Nietos de Marí­a Sabina, Evanss, La Mansión de Xilbalba, Cachitos Huatusi, Le Bruj, Club Manchego, Dj Pit, Dj Ugo, Linterna Verde, El Último Descenso, Cruela, Los Chumiles, Santa Mentira, Tishenktual, Fragmentos de Sombra, A Naked Soul, entre otros miles más. Los que faltan, ya saben que son re chidos.
Galex.